Revista Regatas

Por Pedro Fassi

En “lo de Parri”, el bar de su club Regatas de Bella Vista, Amparo Pérez del Cerro espera parada frente al mostrador vestida con una musculosa azul y con el pelo atado lista para ir al entrenamiento. Son las siete de la tarde de un martes de octubre y el lugar está casi vacío, solo algunas jugadoras están sentadas en las mesas del exterior que dan a los juegos infantiles. A la primera A de hockey le quedan dos fechas del campeonato damas B, categoría a la que regresaron el año pasado y en la que disputan la mitad de tabla. 

Hace siete años que llegó de Trenque Lauquen para estudiar psicopedagogía, pero su verdadero sueño, al igual que el de sus cinco hermanos, siempre fue jugar en el club de su madre, donde se encontraba una gran parte de su familia. 

Su mamá, la primera en festejar sus goles

En una entrevista con Revista Regatas, la máxima goleadora de su equipo y la tercera del campeonato, con 13 goles en 23 partidos, cuenta cómo fueron sus comienzos y su relación con el club, hace un balance del año del equipo y reflexiona acerca de su trayectoria individual. 

¿Cómo se dio tu llegada al club?

– Llegué en 2018, mi mamá en realidad fue jugadora del club hasta los 21 años. Después se casó con mi papá y terminaron viviendo en Trenque Lauquen. Nosotros somos seis hermanos y todos estábamos bastante vinculados con Regatas. 

Siempre que veníamos los fines de semana, lo primero que hacíamos era los varones ir a ver rugby y nosotras ir a ver hockey. Venir al club tenía ese plus de que aparte de hacer el deporte que nos gustaba lo podíamos compartir con nuestras primas. Anhelábamos el momento de poder compartir todos los sábados y domingos en el club y de disfrutar de eso.

Su último año en el Club Argentino de Trenque Lauquen

– ¿Cuál fue el rol de tu familia en tu integración?

Si no fuese por mi familia probablemente no estaría ni siquiera viviendo en Bella Vista. La gente del interior cuando suele venir a estudiar se va a Recoleta o Palermo y lo último que haría sería venir hasta acá a entrenar. La verdad es que mamá siempre fue muy fanática y siempre nos lo transmitió y lo vivimos muy de cerca. Estábamos allá, pero estábamos recontra al tanto de las tablas de posiciones y de los resultados de los sábados de acá.

Tachabamos los días para venirnos a estudiar y para poder venir a entrenar y jugar acá, que era algo que elegimos por nuestra familia y por lo que ellos nos fueron transmitiendo.

Después de estos 7 años, ¿qué significa hoy Regatas para vos?

– Hoy es principalmente familia, venir un sábado, un domingo o incluso los días de entrenamiento es cruzarme con algún familiar o con alguna cara conocida. Significa tener ese sentido de pertenencia y de familia muy a flor de piel

Es el club en el que elegimos hacer nuestro deporte, donde pasamos muchas horas y tenemos un montón de vínculos y de amistades. Hoy mis amigas en lugar de ser de la facultad, son mis amigas del club. Me recibieron con las puertas abiertas. El grupo de ese momento y el grupo de hoy, lo mejor que tenemos es lo humano.

–  Después llegaste a compartir cancha con tu hermana, ¿cómo fue eso para vos?

– Sí, compartí cancha con Feli (Felicitas) en algunas oportunidades y ahora bueno, si Fati se pone las pilas capaz que estamos ahí las tres, pero ya compartir el día del club con las dos es algo que está buenísimo. En trenque nos dábamos el lujo de hacerlo. Aparte de hacer lo que disfrutás y lo que más te gusta hacer los sábados a la tarde es sumarle el añadido de tener un familiar adentro de la cancha y una complicidad que está buenísima.

Cuando le toca elegir los tres momentos destacados de sus años en el club, Amparo comienza mencionando el alivio que significó el ascenso del 2024. “Implicó un montón de sacrificio para todas las que formaron parte del plantel del año pasado”, explica. Mientras hace memoria con la cabeza reposando en su mano, una sonrisa de buenos recuerdos se forma en su rostro. El campeonato con la intermedia en 2019 es otro hito que destaca con felicidad.

La intermedia campeona del 2019

Por último, el play off para ascender a la A en 2021 fue, a pesar de su resultado amargo, un momento en que todo el club empujaba por el equipo. En palabras de la delantera, “Los chicos de rugby, la gente de las inferiores, de hockey y de rugby, y los dirigentes, todos bancando”. Aunque una lesión la marginó por un tiempo de las canchas, se siente una privilegiada de haberlo vivido en carne propia.

Su familia acompañando en el play off de ascenso a primera

Este año enfrentaban una nueva categoría, ¿cuáles fueron los objetivos que se plantearon?

– El primer objetivo era crecer dentro y fuera de la cancha como equipo y confiar más en en lo que somos y en el equipo que somos. Sabíamos que estábamos sobradas para una C, de hecho lo demostramos y ascendimos con mucho tiempo de anticipación y perdiendo un solo partido en el año. También sabíamos que esta categoría no le regala nada a nadie y que era durísima.

Hicimos un año tremendo, en el que pudimos demostrar un muy buen nivel de hockey. Siguen habiendo un montón de cosas por mejorar, pero creo que el principal objetivo estaba en hacernos fuertes en lo nuestro para primero mantener la categoría y apuntar a ganarle a cualquiera que era el objetivo que teníamos sábado a sábado.

A falta de tres fechas, ¿creés que lo cumplieron?

– Sí, yo creo que lo cumplimos. Con los equipos de arriba hemos empatado y hasta ganado, hemos tenido buenos resultados. Es como como te decía antes, cualquiera le gana a cualquiera, la B está siendo para mí la categoría más competitiva del Metropolitano

Por algunos resultados no terminamos tan arriba en la tabla como una hubiese esperado, pero nos alcanzó para mantener la categoría. Ahora con estas tres fechas que nos quedan ya sin jugar como quien dice por nada, vamos a seguir apuntando a dejar el club en lo más alto.

¿Qué hicieron para cumplir ese objetivo? ¿Cuál fue la clave de su semana a semana de entrenamientos?, sabiendo que es un deporte amateur.

– Hay algo que en todos los clubes y en todos los planteles pesa un montón que es el nivel de compromiso y de exigencia. Otra de las cosas que nos ayudó un montón es el fanatismo. Somos un grupo en el que tiramos todas muy para adelante, que teníamos muy claro que había que dar un poquito más y que teníamos que ajustar. Se sumó un espacio de psicología y nadie se quejó, se sumó un espacio de nutrición y nadie se quejó. 

Si bien, como dijiste vos, es un deporte amateur, en muchas cosas necesitábamos profesionalizarnos o tomárnoslo con más seriedad. La diferencia tenía que estar semana a semana en entrenar y en generar más competencia interna. Con el correr de los partidos se logró ampliar la base de jugadoras competitivas

En un plantel de dos equipos (intermedia y primera A), ¿cómo influye la competencia interna?

La competencia interna para mí es todo. Los equipos que llegan lejos son los equipos que no tienen 11 jugadoras que pueden jugar en primera, sino que tienen 17 o 20. Ese el recambio para distintos momentos de los partidos y esa competencia sana de tener que ganarse un puesto 

Faltaste una vez y sabés que el entrenamiento siguiente tenés que dejar el doble porque la otra corre con ventaja o si no estás teniendo un buen rendimiento tenés que ajustar lo que te falta para dar más. Se dio mucho durante el año ese recambio y creo que nos fortaleció un montón. 

Y mencionás esto de las áreas de psicología y nutrición, ¿cómo aplicaron eso al plantel?

– La verdad es que la psicóloga que se sumó nos ayudó un montonazo. Fue trabajando de manera grupal con todas, con distintos aspectos que iban surgiendo. La parte nutricional también fue algo que sumó un montón y que es algo que hace al deportista. Ajustando estas estas pequeñas cosas cambia mucho el rendimiento, más con este falso profesionalismo y que venimos con un día entero de cansancio y entrenamos de noche.

Desde lo individual igual tuviste un gran año, con 12 goles en 21 partidos (al momento de la entrevista), ¿cuál crees que es la clave de tu éxito personal? ¿qué papel juega el aspecto mental?

– El éxito es colectivo y si no tuviéramos el equipo que tenemos, yo no le haría un gol a nadie. Este año se me dieron los números que se me dieron porque el equipo generó un montón en ataque y un montón de penales. Me tocó tener ahí la mochila de tirarlos, de ahí viene un poco la racha.

Después, para mí lo mental pesa mucho en el deportista, así que me puse muy contenta cuando supe de la incorporación de Inés la psicóloga al equipo porque sabía que tenía mucho para aportarnos desde ese lado. Es un poco también lo que trato y tratamos todas de trasladar a las más chicas las herramientas que nos van dando a nosotras, que estaría buenísimo poder tenerlas desde inferiores. 

¿Quienes son tus referentes?

– Ahora tenemos a, nosotras le decimos la señora, a Inés Martínez Ferrario que es una líder positiva. Después tenemos la suerte en el club de tener un montón, tanto adentro como afuera de la cancha, de gente que da todo por la camiseta y que pone la camiseta por delante de de su vida personal, de su problemas y de su ego. 

Hoy en día tenemos un montón de jugadoras vigentes que por más que sean cortas en edad, ya tienen sus años en el plantel y que con su ejemplo demuestran un montón, como son Sofi Ferro y Mili de la Torre. Para mí ser referente es poner al club por delante de todo lo demás.

–  ¿Te sentís un poco referente dentro de este plantel?

– No sé si referente es la palabra, pero, como te decía, por más que que somos jóvenes, las más chicas, “las colágenos” les decimos, nos ven un poco como como las viejas y toca acompañar. Intentamos hacer lo mejor desde la poca o corta experiencia.

¿Cómo ves el futuro del hockey del club?

– Veo un club que está creciendo exponencialmente en cantidad y calidad de jugadoras, en calidad de infraestructura, en cantidad de gente que se involucra y que participa. Ex jugadoras que empiezan a aparecer y a ser entrenadoras o aportar en las giras de inferiores.

Sería ideal apuntar a tener una tercera cancha o hacer una cancha de agua en realidad y tener algo un espacio más para poder darle lugar a mucha gente que está en lista de espera. Somos un club que tiene unos valores que están buenísimos y que si logramos construir, no tengo dudas de que vamos a seguir creciendo y que las categorías inferiores van a venir mejores que las que son ahora, que ya es una locura lo que se ha mejorado. 

Para cerrar, ¿jugaste el campeonato de fútbol?

Si, los años que lo jugué, lo hice con mis amigas. Éramos jugadoras y ex jugadoras del club y terminamos teniendo buenos resultados. El fútbol me encanta, si no jugara al hockey y jugaría al fútbol. Disfrutar con amigas, venir a que nos duela la panza cuando terminaban los partidos de lo que nos reíamos era una cosa una cosa de locos.

Su equipo en el 2023

¿Qué pensás de este evento que moviliza a todo el club en noviembre?

– El campeonato de fútbol para mí es de las mejores épocas del año y eso que lo agarré bastante grande. Tengo el recuerdo de estar viviendo en Trenque y pedir que algún fin de semana de noviembre podamos hacernos una escapada acá y ver si faltaba alguna en algún equipo para meternos a jugar. Es algo muy familiar que no se vive en todos los clubes y la cantidad de gente que se mueve es lo que hace un poco distinto al club.

Me parece el mejor programa de cierre de año para la gente del club y para la gente de afuera del club también. Es un poco el espíritu del campeonato, que todo el mundo tenga buena predisposición y que pidan a los planteles de rugby y  hockey que vengan a referear.

Compartir con un amigo, viendo algún primo. A los chiquitos les encanta también que formemos parte y que los vengamos a ver les parece el mejor plan del mundo. Todo lo que se proponga en el club, desde un bingo para juntar plata para los vestuarios hasta el campeonato de familias, es muy familiar y con mucho valor por detrás. Es la gente la que hace al club, le da los valores y hace que te den ganas de venir.