Revista Regatas

El campeonato de Regatas llegó a su fin, aunque se mantiene con vida en todos los que logran capturar sus valores y la emoción que trae.

Por Pedro Fassi



Se terminó el campeonato, 4 fines de semana que pasaron volando y dejaron emociones para toda la vida. A pesar de que hasta el año que viene no vamos a volver a vivir esas tardes maravillosas de fútbol, familia y amigos, podemos decir que el campeonato no se acaba, sino que se mantiene vivo en la memoria y en la ansiedad de todos aquellos que ya queremos que empiece de vuelta. Esto se ve reflejado en los más chicos, que no pueden creer que ya se haya terminado. Esa es la sensación que nos deja, que las 4 semanas de noviembre se quedan cortas para la importancia que tiene el campeonato en la vida de todos los habitantes de Bella Vista, que año tras año se suman cada vez más para hacer de esta fiesta un espectáculo mayor. Todos, la organización del campeonato, la revista y los inscriptos y sus familias, aportamos con dedicación, respeto y actitud positiva a que el ambiente que se vive en el club cada 12 meses sea único e inigualable.

Nunca me voy a olvidar de mi primer campeonato, fue en la categoría B y me tocó Cerro de la Gloria (o Catedral no estoy seguro). A pesar de que mi calidad futbolística no era la mejor, llegamos a las semifinales y me divertí como nunca. Fue así como me enamoré del campeonato, no solo se trataba de jugar con la pelota redonda, sino también de hacer nuevos amigos y de vivir un evento que me acompañaría para toda la vida. Luego vino la revista y mi sentimiento de pertenencia con el campeonato no paró de crecer hasta hoy. No me puedo imaginar, al igual que a mí, a cuántas personas habrá llegado este evento en sus 52 años de historia.

En fin, con la participación de miles de personas todos los años puedo afirmar que el campeonato de fútbol de Regatas nunca se termina, ya que influye para siempre en la vida de los que logran comprender y compartir su esencia.